HAY QUE CUIDAR EL TEMPLO
A veces pensamos en como ser cuidadosos con nuestra persona, nuestra alma, nuestro ser espiritual y hacemos bien. Esto debemos tenerlo muy en cuenta. Es tal como el fondo de nuestra casa, debemos arreglarlo, quitar la vegetación no deseada y plantar aquello que queremos tener. Todo lo que nos lleve a una mejor vida espiritual es bueno. Pero, hay algo más elemental que requiere nuestra atención y que a menudo descuidamos y esto es nuestro cuerpo.
Todos hacemos lo mismo. Comemos de todo. No consideramos ni siquiera que pueda ser nocivo. Hasta nos jactamos de comer cualquier cosa. Y como siempre seguimos haciendo esto hasta que un día descubrimos que nos ha hecho daño directo a nuestro cuerpo. Sobre todo cuando vamos al médico y nos recomienda una dieta de aquello que debemos y lo que no debemos comer.
Pero aun hay algo más que considerar, que por lo general no lo tenemos en cuenta y es lo que dice la Palabra acerca de esto.
Esto dice en
1 Corintios 6:19-20
19 O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
¡Qué nivel alto y maravilloso es este! – Debemos cuidar el Templo, no es simplemente nuestro cuerpo, sino que cuando Dios vive en una persona, ese cuerpo se convierte en un Templo, en un templo de Dios, por lo tanto, cuide su cuerpo.
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